Desde luego, el pueblo francés tiene en las venas el zumo revolucionario: la reforma educativa propuesta por el gobierno ha tenido un eco profundo entre el alumnado… y el profesorado. Básicamente, las condiciones para acceder a un puesto de trabajo fijo o conseguir el título de doctorado han empeorado hasta el punto de que un profesor de secundaria, con su título y su oposición en el bolsillo, posiblemente sea pagado (si tiene la suerte de conseguir un trabajo fijo, cosa que también es muy complicada) solo por 10 meses al año. También han puesto dificultades a aquellos que quieren (queremos) dedicarnos a la investigación, puesto que en el caso de que decidas sacrificar tus mejores años haciendo una tesis doctoral, un tribunal tendrá derecho a valorar si mereces obtener el título (no ya una plaza): y aun el caso de que lo obtengas, y consigas una plaza en alguna universidad, tienes la posibilidad de perder tu empleo en cualquier momento, debido a un sistema de evaluación del profesorado, que no es mas que una forma encubierta de “echo a quien quiero”. Y esto es sólo una pequeña parte…
Pero en fin… hoy París se ha despertado radiante, resplandeciente, teñido del sol y el azul del cielo. Tanto que dan ganas de ir a tocar al Jardín de Luxemburgo ese Negro Cinturón que estuve practicando ayer…on verra… de momento acabo de volver de pasear por los Campos Elíseos, después de una exposición magnífica, “6 milliards des autres”, un recorrido por las inquietudes, miedos, primeros recuerdos, felicidad, tristeza, amores, experiencias, etc. de personas de todo el globo… y es increíble, por que son ellos quienes hablan, en unas grandes carpas situadas dentro del Grand Palais, subtitulados en inglés y francés, respondiendo a preguntas como ¿qué es para ti la felicidad? ¿Qué mensaje le darías a todos los habitantes de la tierra? ¿Qué es lo que te da más miedo en la vida? Escuchar a los supervivientes del genocidio de Ruanda, revivir los amores de tanta gente, escucharles hablar de su educación, su familia… en fin, increíble.
En otro orden de cosas, hoy me he despertado con un obrero sonriente frente a mi ventana… y no quiero decir en el tejado de enfrente: tengo un andamio justo al lado que está afectando seriamente a mi higiene personal, puesto que tengo la ducha al lado de la cama… así que nada de duchas en horario de trabajo.
Y por lo demás… París pinta bien, cada vez mejor este año… el otro día sin ir mas lejos, por extraordinarias circunstancias me encontré bebiéndome una Desperados bajo los puentes del Sena, desde dónde podíamos ver Notre Dame, a ritmo de música árabe interpretada al violín y la voz de Darinne, que nos acercaba las canciones tradicionales… cada día me encuentro haciendo cosas que no había planificado para nada (cosa bastante inusual en mí) lo cual solo contribuye a aumentar mi sensación de dejarme llevar por este maravilloso río… mi vida está tomando un rumbo interesante tras varios meses de soledad y monotonía. Muchos ya estais al corriente de que mi estado emocional ya puede denominarse “estable”; tras varios meses de caer en picado el piloto automático se ha encendido y ahora floto…. Cada vez más alto… o quizás simplemente me recuesto, como Alfonsina, arrullada en el canto de las caracolas marinas, borrado ya el sendero que llega hasta el agua profunda, hasta la espuma, como en la fantástica canción de Pasión Vega.
De momento sigo con la canción que canta en el fondo oscuro del mar, la caracola, buscando poemas nuevos en esa voz antigua de viento y de sal… y me voy hacia allá como en sueños… Dormida como Alfonsina....
Café recién hecho
Hace 10 años
1 comentario:
Me alegro que las cosas vayan mejor, te quedan unos pocos meses en París y seguro que mola vivir la primavera por allí.
Esperamos verte por Amsterdam...
Besos!
Publicar un comentario