Hoy, 3 de Octubre, hace un mes que estoy en París.
Y precisamente hoy he empezado a sentir “eso”, seguro que todos los que habeis vivido conmigo en el Cova o el Teresa lo entendeis: esa sensación de que no estás en casa, pero casi. Recuerdo perfectamente el momento en el que sentí eso por primera vez en Madrid: estaba acarreando mi maleta verde por las escaleras del Teresa, hasta el segundo piso, dónde vivía en la habitación 210. No me había quedado ni un solo fin de semana desde que empezó la universidad (estoy hablando de finales de noviembre), y no tenía amigos en la ciudad: no conocía a Juanpi ni, por lo tanto a ninguno de los argandeños que tanto me marcarían meses después. No aguantaba a las veteranas del colegio, apenas hablaba con mi compañera de habitación, y en clase no conocía mucha gente. Pero ya habían empezado mis conversaciones con María José, conocía un poco a Sara (aunque pensaba que era una especie de duende raro y pequeño que siempre llevaba un jersey del Señor de los Anillos, y me saludaba asomando la nariz por encima del libro que estaba leyendo acurrucada en la esquina de la cama), e Inés ya había subido a mi cuarto con sus altavoces a escuchar Marea y Extremoduro. Yo estaba triste, como siempre me ponía triste cuando hacía el recorrido Avenida de América-Ciudad Universitaria. La ciudad se apagaba lentamente con el invierno, cada domingo hacía más frío a la vuelta, pero no era el frío de Soria, que te atraviesa como cuchillos limpios y relucientes, un frío que curiosamente he llegado a asociar con la idea de “hogar”, sino una masa sucia y pegajosa de frío blandengue, que es imposible tomarse en serio. Y mi maleta cada vez venía más cargada de Soria, al tiempo que asumía lentamente que mi vida ya no estaba allí.
Y fue entonces, precisamente entonces, en las escaleras del segundo piso, tirando de la maleta, cuando vislumbré la puerta de mi habitación. Me llegaba el barullo de la gente de abajo que se disponía a cenar, por que eran las nueve. Y entonces sentí eso, una especie de “ya estoy en casa” en el estómago, por mucho que mi cabeza supiera que no lo estaba.
Y a partir de ahí, llegó todo lo demás, las maravillas que ya conoceis y que vivimos juntos.
Hoy, en mi camino a clase, el frío glacial y húmedo de París (diferente también) me ha sorprendido en frente de los cristales de una librería de la Rue Soufflot, y me he visto a mi misma con la carpeta y el abrigo, andando rodeada de estudiantes que se disponían a ir a clase, como yo. Y de repente he sentido eso mismo… y mirando el Panteón me he dado cuenta de que lo he mirado tantas veces que ya es algo mío.
Y lo mismo ocurre con la buhardilla: cuando llego enciendo el ordena, me preparo un matesito y me pongo música… y ya estoy en casa otra vez.
Aun así, no puedo algunas veces repasar todas las fotos y los vídeos de las fiestas que hemos hecho, y acordarme de todo lo que tengo en España… ¡cuantas raíces para un matojo tan pequeño!
Café recién hecho
Hace 10 años
10 comentarios:
i'm sorry. ¿Frio blandengue que es imposible tomarse en serio? ¿Que clase de falacia es esa? Que es sucio, estoy totalmente de acuerdo. Es frio de ciudad verdadera, de invierno, de calles heladas, de contaminación atmosférica, de parques con árboles grises, todo tocado con una cierta melancolía solo interrumpida por los colores de las luces que anuncian las fiestas navideñas.
Pero no es blandengue, solo porque no sea viento glacial montañoso como en su pueblo, señorita.
Y ciertamente me gustaría comprobar el de París, porque yo estuve en verano y no se sentía, pero mi hermana estuvo en invierno y por las fotos, tiene que ser bueno.
un beso.
Ella piensa que es blandengue, pero en realidad, en navidades, emigraba a soria donde pasaba los días más duros del invierno. No ha sufrido la típica semana glacial de madrid, con temperaturas bajo cero a diario y una bufanda en tu cuello si no querías pasarte el resto de diciembre en cama y con fiebre.
Como dice Carlos, no será el viento helado soriano, pero tampoco es siempre verano...
besitos...
¿pero que estais diciendo? tios, me he criado en una tundra donde si con once años quería salir con mis amigas a comer gusanitos por el collao a las cinco de la tarde me tenía que enfrentar a temperaturas bajo cero... y podía ser febrero o marzo tranquilamente! Y Juanpi, eso que dices no tiene sentido: ¿emigro a ... Soria... para no sentir la presunta semana glacial de Madrid??? Anda cha...
eheheheh, pero bueno que dices!! en París hace más frío que en madrid, pero levemente, no te flipes, además la gente usa eso de la humedad pa decir que hacer más calor y pa decir que hace más frío. No os conteis historias, la Meseta Castellana aguarda temperaturas más puras y mucho menos contaminadas que París!! Seguro que nadie te ha tirado la fruta aún?
yo estoy cn Lara,el frío de madrid no se puede tomar ens eri,parece k fuera va a hacer muxo frio xo luego cuando te enfrentas a la mañana para llegar hasta la facultad nunca es tan frio y aterrador como aprecia al abandonar la calentita cama...mmm...xo pienso k en cada sitio hay un tipo de frio diferente y hay k aprender a apreciarlos y respetarlos a todos,no keremos k nos pongan un poco de escarcha en el camino y nos resbalemos,verdad?¿ va fatal xa la espalda,sobre todo cuando ya tenemos una edad....lara me ha encantado tu comentario sobre sensaciones hogareñas,a mi em paso lo mismo,xo la primera vez k senti en madrid k estaba en casa fue cuando intente entrar en un bar a treves de una pared! te kiero wapa,y te exo muxisssimo de menos....te hace un mate???ssniffff...sigue disfrutando,me alegro muxissimo de k te hayas hecho a la ciudada tan pronto! besitossssss
Bueno, nadie ha tirado la fruta todavía, igual se cortan porque estoy yo delante jeje... pues si, sara, si te apetece un mate pasate por aqui a eso de las ocho que salgo de teatro (me he apuntado a teatro de improvisación, no lo he podido evitar, siempre igual!), y hablamos, o hacemos horita del te... muak a todos.. ah, y lo de la humedad hay que tomarselo en serio, aquí hace mucho frio, hasta me atrevería a decir que más que en Soria.... y clausuro aquí el tema de los fríos, que acabamos pegandonos.
que yo no digo que en Madrid haga más frío que en Soria, eso nadie lo discute, sólo digo que nunca has sentido el verdadero frío de Madrid, ya que suele suele tocar para navidades y en esas fechas nunca estás.
Que allí hace más frío? Bien, pero que aquí también nieva y hiela y hace fresquete jeje.
un beso!
vaya, hemos publicado a la vez. Ok, se clausura el tema del frío. qué tal van las clases de teatro? te está gustando? Al final me quedé con ganas de ver aquella obra que estabais haciendo en el colegio mayor, que pena que se suspendiera.
un beso
wow...teatro....me gusta,va muy bien ensañar teatro en la ciudad bohemia x excelencia...y pudes conocer a algun actor depresivo o algun autor maniatico e incomprendido....si algun dia te veo en la tele y te presentan como la nueva novia de saokozi(no se como se esribe,i´m sorry) no me extrañara nada,de actriz a primera dama solo hay un pasito (hacia la cama...)...en fin,un besazo wapa...aki todavia hace calor,menos x las mañanas....kein dijo frio??
Larita cielo!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Q tal te va?? Soy una intrusa autorizada en tu blog porque la dirección me la dio tu padre ayer, así que ya sabes donde tienes que hacer las reclamaciones si es que las hay.... Me cuentan que estas contenta y yo, que soy una blandengue llorona, espero que tarde muuuucho en entrarte la morriña. La verdad es que no se si te podré escribir mucho de aquí a Diciembre porque ya t habrán dicho que soy 2/3 de Notario y quiero a toda costa el tercio que me falta... Mañana empiezo a preparar mi tercer ejercicio y tengo que mudarme 2 meses a Zaragoza. Espero que sigas tan risueña como siempre y que no te salga un novio francés -que te queremos ver volver Larita, je,je-. Un besazo! Laura
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