sábado, 20 de septiembre de 2008

No me llames extranjero...

Es curioso como el estar solo en tierra extraña te puede unir de una manera tan fuerte… ni siquiera hemos empezado la universidad, y todas las noches un grupo de Erasmus españoles, italianos, alemanes, suizos, rusos, etc. nos paseamos por el Boulevard St. Michel y decidimos donde podemos ir de fiesta. Por que siempre hay una fiesta para estudiantes en algún lugar de París, y especialmente si eres Erasmus. Y tengo suerte, porque muchas se encuentran en el corazón del barrio latino, es decir, que ni siquiera tengo que coger el metro o el autobús para volver, porque estoy al lado de mi casa.
Es divertido hablar en italiano y cantar “Oh bella ciao” con la letra original, o la cara con la que te miran los alemanes cuando les nombras Ramstein (porque allí se ve que no les gusta nada), y hablar todos en una lengua que no es la nuestra, el francés, masacrándolo cada uno a nuestra manera…
No se si habeis escuchado la cantidad de mitos que hay sobre el Erasmus: es pronto para que pueda decirlo, pero una cosa si es cierta, y es que existe un buenrollismo generalizado entre todos. Comemos, estudiamos y salimos juntos, porque todos (y algunos por primera vez) estamos fuera de casa, y vivimos solos.
Algún día os hablaré de la soledad, y de cómo la estoy sintiendo estos días más que durante el resto de mi vida… por eso creo que nos acercamos tanto los unos a los otros, y es comprensible. Mientras pasemos por la Rue Moufftard, o bebemos cerveza en algún bar perdido de La Place d´Italie, no estamos solos en las habitaciones, en las residencias, en las aulas, solos rodeados de gente extraña. Es precisamente la soledad la que conduce a la solidaridad.
Y la solidaridad nos ayuda a sentirnos un poco menos extranjeros…y un poco más europeos. Por que no pasa un día sin que en una conversación se entremezclen, en cuanto pasamos de la segunda ronda, el inglés, con el francés, el italiano, el español e incluso el griego!
De momento, aunque no haya empezado la universidad, mi experiencia en París es increíble...
Continuará…

1 comentario:

.jp. dijo...

Sólo espero que las cosas buenas que tiene tu viaje compensen las malas. Me alegro mucho de que tengas compañía y hayas hecho buenas amistades tan pronto. Te ayudarán mucho estas primeras semanas. Ya verás que dentro de poco ya ni te acuerdas de la soledad ni echas de menos nada.

Un besito Lara